Costaleros

En la Estación de Penitencia los Pasos de nuestros Sagrados Titulares van portados por hermanos costaleros, al mando de un capataz y un segundo.

El paso de Misterio, que lleva a nuestro Cristo del Descendimiento, es portado por un total de veinte costaleros, siete trabajaderas por tres costaleros en cada una, excepto la que se sitúa bajo la Cruz en la que solo van dos; y el paso de la Santísima Virgen de la Soledad es portado por veintiocho costaleros, cuatro por cada una de las siete trabajaderas con las que cuenta. Utilizan para su esforzado empeño un equipo singular, compuesto de faja, alpargatas, pantalón, camiseta, y lo más importante “el costal”, tela que va enrollada desde la cabeza del costalero, descendiendo y rodeando “la morcilla”; es sobre esta tela donde descansa el peso que estoicamente soporta “la gente de abajo”.

Únicamente aquel que ha tenido la suerte de llevar en alguna ocasión uno de los pasos, es capaz de describir, y a veces resulta difícil, la emoción que se siente durante todo el recorrido procesional de la Cofradía penitente, que se desborda incontenible al término del mismo; impresiona contemplar como estos jóvenes, y algunos veteranos, rompen a llorar cuando, de regreso a la Magdalena, se abrazan entre ellos y con los capataces.

Recogiendo el sentimiento unánime de muchos hermanos, especialmente de aquellos que se integran en el mundo del “costal”, si reúnes las condiciones físicas necesarias y tienes la edad adecuada, no dudes en ponerte en contacto con los Capataces, es una experiencia única; pero no es un deporte, es un ejercicio de fe bajo la trabajadera, que transmite a quien lo realiza una sensación de sano orgullo por llevar sobre su cervicales las Imágenes Sagradas del Señor y su Bendita Madre; anímate, te esperamos.